La técnica del flowtime nos sugiere evitar la multitarea y focalizar la mente en un solo objetivo. Además, propone favorecer un estado máximo de concentración e inspiración que puede ir entre los 25 y los 90 minutos.
Encontrar una técnica de productividad que se ajuste a nuestras características es tan difícil como hallar unos zapatos elegantes y que sean cómodos a la vez. Los usamos un tiempo y después los abandonamos porque por muy bonitos que sean no nos sirven. Si es tu caso, te proponemos conocer la técnica del flowtime, un recurso que está ganando cada vez más adeptos.
Hasta no hace mucho, la estrategia de oro y la más conocida era la técnica pomodoro. Este enfoque consiste ni más ni menos que en establecer tiempos de trabajo de 25 minutos, tras los cuales podemos darnos un descanso de 5 minutos. Una vez cumplimos con cuatro periodos de 25 minutos, llega el momento de darnos una pausa más extensa, de aproximadamente 30 minutos.
Ahora bien, muchos de quienes se adherían a este método para la administración del tiempo creada por Francesco Cirillo a finales de la década de 1980, le veían un problema evidente. Estar supeditados a un cronómetro y a unos intervalos fijos de tiempo puede resultar estresante. A veces, cuando más concentrado estás, llega el descanso obligado.
En cambio, la técnica del flowtime respeta los tiempos de concentración o inspiración de cada uno. Porque cada persona tiene un tiempo de flujo (o estado mental operativo) y es interesante aprovechar al máximo esos momentos de “iluminación”. Por tanto, te explicamos en qué consiste este nuevo enfoque que puede cambiarte tu vida.
Establecer tiempos fijos de trabajo y descanso puede ser contraproducente para el rendimiento. Lo mejor es aprovechar los picos de rendimiento sin detenerse hasta que decaigan por sí mismos.
Claves para aplicar la técnica del flowtime
Cuando se preguntó en una ocasión a Sigmund Freud qué era para él la felicidad, este respondió que amar el trabajo al que uno dedica su vida. No le faltaba razón. Al fin y al cabo, pasamos gran parte de nuestro tiempo desempeñando una serie de responsabilidades laborales. Sentirnos bien en lo que hacemos y percibirnos útiles y productivos fortalece la visión que tenemos de nosotros mismos.
Quizá por ello recurrimos a menudo a alguna que otra estrategia para mejorar nuestro rendimiento. La técnica del flowtime es una buena opción en la que vale la pena iniciarse. Su creador fue Dionatan Moura, gurú brasileño de la productividad, y se nutre del concepto flow o ese estado de máxima motivación y concentración, propuesto por el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi en 1975.
A continuación, explicamos en qué consiste.
Preparación y mentalización
La técnica del flowtime requiere tener presente una serie de ideas muy básicas para llevarla a cabo:
- Para ser productivos debemos evitar la multitarea. Lo ideal es dedicarnos a una sola cosa cada vez, invirtiendo en esa actividad toda nuestra atención, esfuerzos y motivación.
- Clarificar las metas y lo que deseamos lograr.
- Asimismo, para aplicar la presente estrategia necesitamos usar algún software de seguimiento de tiempo. Podemos instalar un contador en nuestro portátil o utilizar el cronógrafo del móvil.
- Esta técnica requiere además que seamos capaces de alcanzar el estado de flujo o flow. Es decir, debemos comprometernos con esa tarea hasta el punto de quedar absortos y lograr que la conciencia y nuestra acción, queden en plena sintonía. Fusionados.
La técnica del flowtime requiere que seamos capaces de convertirnos en aquello que hacemos. Todos nuestros recursos mentales, físicos y emocionales nos permiten alcanzar un rendimiento óptimo al estar plenamente concentrados.
Descanso al percibir que se pierde la concentración
El estado de flow tiene una subida y una bajada. Es decir, esa atención enfocada tan intensa puede durar entre 25 y 90 minutos. Es más, trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Linköping destacan algo importante. Esa experiencia de flujo aparece cuando la tarea es desafiante y además nuestro nivel de estrés es medio.
Como bien sabemos, no siempre es posible trabajar en estas condiciones. Muchas veces el trabajo es rutinario y también estresante, lo cual significa que esa concentración máxima rara vez llegará a la hora y media. Por ello, la técnica del flowtime establece que una vez percibamos que la concentración y la motivación decaen, hay que hacer un descanso.
Lo haremos siguiendo estas pautas:
- Si decae a los 25 minutos de trabajo, haremos una pausa de cinco minutos.
- Entre 25 y 50 minutos de trabajo, el descanso será de ocho minutos.
- Si alcanzamos un rendimiento de 50-90 minutos nos daremos una pausa de 10 minutos.
Repetir de nuevo
La técnica del flowtime de la productividad consiste en entrenar el foco de atención hacia una tarea concreta. A medida que lo repitamos nos percibiremos más disciplinados y nuestro desempeño mejorará. Por ello, una vez nos hallamos dado ese pequeño descanso, la mente estará preparada para iniciar una nueva sesión de trabajo.
Csíkszentmihályi explica que percibiremos que estamos fluyendo o alcanzando el estado flow cuando nos cueste distinguir entre el yo y el entorno, entre estímulo y respuesta o entre el pasado, el presente y el futuro. Solo cuando la concentración es máxima alcanzamos todo nuestro potencial.
Pero es importante saber que ese estado decae, no se mantiene y cuando aparece el cansancio hay que descansar. De nada sirve forzarnos, porque entonces aparece la sobrecarga y el estrés. Las pausas breves oxigenan el cerebro y nos renuevan.
Aspectos que permiten aplicar con éxito la técnica del flowtime
Para tener éxito y no desfallecer en el intento de aplicar la técnica del flowtime nos será de utilidad tener en cuenta una serie de aspectos:
- Debemos descubrir cuánto suelen durar nuestros estados óptimos de flujo o flow. Si estamos en el intervalo 40-50 minutos nos organizaremos mejor el tiempo sabiendo que tras ese tiempo haremos un descanso de 8 minutos.
- Es necesario eliminar distracciones, como un escritorio sobrecargado, tener el móvil cerca, etc.
- Si durante ese tiempo de concentración nos surgen pensamientos que enturbian ese estado de rendimiento mental, los escribiremos en una hoja. Es un mecanismo para decirle a nuestra mente que esas preocupaciones las aplazaremos para después.
En conclusión, estamos ante un recurso interesante que puede permitirnos mejorar nuestro desempeño. No obstante, como es habitual en toda técnica, requiere práctica y compromiso. Esa brújula psíquica que nos orienta para dar siempre lo mejor de nosotros mismos, es algo que todos podemos activar.