Restablece el equilibrio de la flora intestinal y protege tu sistema inmune gracias al kéfir

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Hasta hace poco, el kéfir era un producto desconocido en la mayoría de hogares. Sin embargo, sus propiedades beneficios lo han convertido en un alimento de lo más popular. Se trata de una leche fermentada muy parecida al yogur, con un sabor ácido y una textura más líquida que la del yogur y ligeramente viscosa.

El kéfir se produce con la fermentación de la lactosa, llevada a cabo por distintos tipos de levaduras y bacterias diferentes a las del yogur que están presentes en los gránulos de kéfir. Esa masa agrupa organismos vivos tales como bacterias y levaduras junto con sustancias nutritivas como grasas y proteínas. Existen dos tipos de kéfir: el de leche y el de agua, aunque el más común es el primero.

Se puede comprar listo para tomar o prepararlo en casa. En el segundo caso, su preparación será la siguiente, según explica a Efe la nutricionista Laura González: en un recipiente de vidrio, con cierre hermético o no, se añade la leche y los nódulos de kéfir, se deja a temperatura ambiente y a oscuras durante uno o dos días, removiendo cada aproximadamente 10-12 horas.

Equilibrio de la flora y protección del sistema inmune

Las leches fermentadas que contienen bacterias vivas, como el caso del kéfir, se consideran alimento un probiótico, con múltiples beneficios para nuestra salud. El término probiótico se utiliza de forma general y se refiere a especies bacterianas, cepas bacterianas o especies de microorganismos vivos, como Lactobacillus helveticus, Lactobacillus rhamnosus, etc.

Los probióticos actúan principalmente en el aparato digestivo, donde pueden afectar el microbioma intestinal, formado por muchos microorganismos (en su mayor parte bacterias) que viven principalmente en el intestino grueso.

De acuerdo con los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), cuando una persona come o bebe suficientes probióticos, estos le ayudan a proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, a mejorar la digestión y la función intestinal. Dos de los problemas más habituales en algunas personas.

Además, la salud intestinal se relaciona directamente con el sistema inmune. La razón es sencilla: mantener una flora intestinal reduce las posibilidades de contraer alguna infección causada por microorganismos a través del intestino.

Probióticos en los alimentos

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), los probióticos pueden formar parte de la composición de distintos tipos de alimentos, entre los que se incluyen los yogures, el kéfir y otros productos alimenticios consumidos de forma habitual como parte de la dieta. También la leche ácida y el kumis.