La variante de mayor impacto para la salud pública, la más transmisible, sigue siendo la Ómicron. Sin embargo, apenas unas semanas después de que una de sus subvariantes, la BA.2 , se convirtiera en la dominante en gran parte del mundo, las cepas BA.4 y BA.5 tomaron el relevo y ahora aparecen en más del 70 por ciento de las muestras. Estas subvariantes se propagan aún más rápido porque tienen una doble ventaja de contagiosidad y escape inmunitario.
«El linaje ómicron del SARS-CoV-2 sigue evolucionando, produciendo sucesivamente subvariantes que no solo son más transmisibles, sino también más evasivas a los anticuerpos», concluye un nuevo estudio en Nature. «Son los Houdini de la Covid», aseguró Peter Chin-Hong, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en declaraciones en The New York Times. Se le atribuye el nombre del legendario y mundialmente conocido escapista húngaro Harry Houdini, por ser un «virus sigiloso que pasa desapercibido». BA. 5 es la variante del coronavirus dominante en la gran parte del mundo y el mayor problema es que su capacidad para volver a infectar a un paciente pocas semanas después del primer contagio. «Algunos pacientes se reinfectan tan solo dos o tres meses después de haberse contagiado», dijo Stuart Campbell Ray, profesor de Medicina en Johns Hopkins Medicine.
Los expertos afirman que las subvariantes presentan síntomas similares a los de Ómicron, como tos, secreción nasal, dolor de garganta, fatiga, dolores de cabeza y musculares. Los pacientes son menos propensos a perder el sentido del gusto y del olfato, o a experimentar dificultad para respirar, resaltó Chin-Hong.