Sofocos de la menopausia: por qué se producen y cómo combatirlos

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El aumento de la temperatura del ambiente, la deshidratación, el consumo de bebidas estimulantes o alcohólicas y la alteración de los rimos del sueño convierten la época estival en un momento del año en el que se acrecientan algunas molestias propias de la menopausia

La menopausia es un punto de inflexión en la salud y calidad de vida de la mujer, en esta etapa las concentraciones de hormonas como los estrógenos, la progesterona o la testosterona pueden caer a niveles prácticamente indetectables y esto puede tener consecuencias en la salud. Aumento de peso, fragilidad capilar, deshidratación en las mucosas o aparición de patologías son algunos de los signos que aparecen en la mujer durante la menopausia. Pero sin lugar a dudas uno de los síntomas que más preocupan y afectan a la calidad de vida son los sofocos (especialmente los nocturnos). Se caracterizan por una sensación aguda de aumento de calor, ansiedad y nerviosismo, acompañada de un mayor flujo sanguíneo en la parte superior del cuerpo (incluida la cara y el tórax).

Igualmente, dichos sofocos suelen ir acompañados de mayor sudoración incremento del ritmo cardíaco.

Según el doctor Antonio Hernández, médico especialista en medicina integrativa y antiaging y autor del libro ‘ Testosterona: la hormona de la vida’, «estos episodios pueden llegar a ser muy molestos e incapacitantes para algunas mujeres, quienes pueden sufrir una odisea a la hora de ir a dormir debido a la dificultad que encuentran para alcanzar un sueño profundo; muchos de los sofocos aparecen con mayor frecuencia en la madrugada».

Este problema, que llega a afectar al 80% de las mujeres, aparece como consecuencia de una pérdida de la concentración de estrógeno en sangre. Una vez llegada la menopausia el estrógeno cae a cantidades prácticamente indetectables y esto hace que las zonas termorreguladoras del organismo situadas en el hipotálamo pierdan el buen funcionamiento.

¿Aumentan los sofocos en verano?

Efectivamente los meses de verano pueden acrecentar las sensaciones negativas que provocan los sofocos en la mujer con menopausia. Al estar expuestas a mayor temperatura y humedad durante esta época, la predisposición a los golpes de calor que puede sufrir una mujer es mayor. Por otro lado, la deshidratación que con más facilidad se da en esta estación agudiza los síntomas en torno a este problema. Igualmente, el consumo de bebidas estimulantes con cafeína o el alcohol pueden favorecer la deshidratación y la sintomatología. Por último, el hecho de que en las noches de verano se desequilibren los ritmos del sueño provoca mayor sensibilidad durante ese tipo de sucesos. En conjunto, los sofocos del verano afectan a la calidad de vida, pueden generar conductas de aislamiento social o incluso dañar la autoestima.

Alterar los ritmos del sueño influye en la gravedad de los sofocos.
Alterar los ritmos del sueño influye en la gravedad de los sofocos.

Cómo disminuir la gravedad de los sofocos

En esta época del año las mujeres con menopausia deben tener en cuenta pequeños detalles y seguir estos consejos del Dr. Hernández para mejorar su calidad de vida:

– Usa ropa ligera: hacerlo ayudará a deshidratarse menos y de esa manera que los sofocos afecten en menor grado.

– Controla la temperatura de casa: es importante mantener una temperatura baja y constante en casa especialmente a la hora de dormir. Los estudios indican que una temperatura entre 22 y 23 grados puede ayudar a conciliar el sueño.

– Dieta fresca e hidratante: respecto a la nutrición es importante incluir alta carga de verduras, hortalizas y frutas que aporten una buena hidratación y mineralización en el organismo. De la misma forma, no sería el momento ideal para hacer una dieta severa sin carbohidratos, ya que suelen dar lugar a eliminación de líquido y esto afectaría todavía más a los sofocos de verano.

– Intenta evitar bebidas estimulantes con cafeína o alcohol: puesto que su efecto diurético generaría deshidratación en tu cuerpo y mayor intensidad en los sofocos.

– Hidratación y mineralización: Es importante que al menos llegues a consumir dos litros de agua a lo largo del día, pero sobre todo que no tengas miedo a la incorporación de una pequeña cantidad de sal en las comidas para favorecer la correcta hidratación en tu organismo. También puedes tomar en estos meses algún complemento con minerales o bien bebidas isotónicas.

– Las toallitas frías y duchas con agua tibia: son una solución ante los ataques agudos que te generen mucha sudoración. Es importante que tengas al alcance de la mano toallitas que puedas humedecer en agua fría, al final del día puedes darte duchas con agua tibia que ayudarán a alcanzar un sueño más profundo a lo largo de la noche.

– Aligera tu descanso: existen principios activos naturales que te van a permitir tener un sueño más profundo y que los sofocos pasen inadvertidos; dentro de los principios activos naturales que puedes probar encontramos el magnesio, el gaba o la famosa melatonina.

– Usa principios activos naturales que regulen los síntomas vasomotores de tu organismo: aquí encontraremos plantas naturales como la salvia, las isoflavonas de soja o el aceite de onagra. Dichos principios activos son usados por los ginecólogos para intentar abordar de forma natural muchos de los síntomas asociados a la menopausia.

– Plantea a tu ginecólogo la incorporación de una terapia hormonal sustitutiva (THS): la terapia hormonal sustitutiva consiste en la incorporación de hormonas bioidénticas (estrógenos, progesterona, testosterona) que pueden ser aportadas en forma de cápsulas, cremas o parches y que pueden restaurar los niveles perdidos de dichas hormonas. Si tus síntomas son intolerantes para ti y te están afectando en tu calidad de vida, habla con un profesional de la ginecología para plantear la incorporación de dichas hormonas, especialmente los cinco primeros años tras la menopausia.

Como puedes observar, la menopausia es un ciclo vital por el que van a pasar todas las mujeres y debe existir la paciencia suficiente como para favorecer la adaptación del organismo a la nueva situación, existen muchas mujeres que pueden tener síntomas como los sofocos que afecten a su calidad de vida física y emocional. «Estos sofocos pueden agravarse en verano y es por ello que no debes dudar a la hora de implementar estos consejos o acudir a un profesional de la medicina que pueda personalizar tu tratamiento», concluye el Dr. Hernández.

Fuenteabc