Te sientes abrumado fácilmente por luces muy brillantes, olores fuertes o sirenas de Ambulancia cercanas? ¿Te sueles poner nervioso cuando tienes mucho que hacer en poco tiempo? ¿Y te preocupas por evitar películas y programas de televisión violentos? Si las respuestas son afirmativas, muy posiblemente seas una PAS, es decir, una Persona Altamente Sensible.
Las Personas Altamente Sensibles (PAS), habiendo muchas en todo el mundo, se caracterizan por mostrar una conducta en ocasiones diferente a los demás debido a su intensidad emocional y del pensamiento. Esta diferencia surge en el momento de procesar la información que se recibe de cualquier estímulo interno o externo, físico o social. Por ejemplo, tienen una capacidad innata para valorar el arte y la belleza y no necesitan mucho para sentir el dolor de una punción o de un golpe.about:blank
Tal como indica Manuela Pérez-Chacón, psicóloga y presidenta de PAS España, «no es algo patológico ni se ha encontrado que se deba a ningún mal funcionamiento del sistema nervioso. No obstante, esta manera de responder a determinados estímulos puede repercutir en el bienestar emocional de la persona y por lo tanto en su calidad de vida.
Las PAS son un porcentaje minoritario de personas apasionadas e intensas, y lo demuestran de diversas formas que dependen también de otros factores propios de temperamento y personalidad. Las experiencias vividas empujan el rasgo PAS hacia un lado más o menos óptimo. En ocasiones encontramos a PAS mostrando reflexión, creatividad o empatía. O bien, podemos observar a PAS tendentes a la timidez, la inseguridad social, la autocrítica o la autoexigencia. Según algunas investigaciones, y tal como indican desde el Instituto de profesionales de Alta Sensibilidad, el porcentaje de hombres y mujeres se distribuye de manera similar, siendo 53% mujeres y 47% hombres.
El papel de la sensibilidad
Al hablar de alta sensibilidad nos referimos al porcentaje de población que está en un extremo de la sensibilidad. Debido a que la sensibilidad no es una variable que se tiene o no se tiene, se trata de un continuo, todas las personas tienen sensibilidad en mayor o menor medida. Los estudios del doctor en psicología Michael Pluess nos informan sobre cómo se podría clasificar en tres grandes grupos a la población, atendiendo al porcentaje de niveles de sensibilidad. En un extremo, al que llamamos Alta Sensibilidad, se encuentran alrededor del 25-35% de la población, y hay otro extremo opuesto compuesto por personas de baja sensibilidad que engloba aproximadamente al 20-35% de personas.
Características de las PAS
La psicóloga americana Elaine Aron popularizó este concepto en la década de los 90 y se fue extendiendo poco a poco por el mundo. Sin embargo, no ha sido hasta hace unos años que se dispone de investigaciones más avanzadas para entender mejor esta Alta Sensibilidad. Los cuatro pilares que identificó la pionera a nivel mundial del rasgo PAS y mostrados en pasespana.org son los siguientes:
1. Profundidad de procesamiento de la información. Se trata de un análisis profundo/exhaustivo de los estímulos percibidos, que derivan en una respuesta más intensa.
2. Gran emocionalidad y capacidad de empatía. Se muestra con reacciones algo más extremas debido a vivir y sentir de manera intensa.
3. Sensibilidad ante las sutilezas del ambiente. Cada PAS tiende a percibir determinadas sutilizas del entorno de manera más eficaz, a veces son los olores, otras veces los sabores, texturas o bien, la estimulación visual.
4. Saturación mental y sobre-estimulación sensorial. Debido al exceso de información y la sobrecarga de estímulos, la persona altamente sensible se satura y sobreestimula.
Además, este tipo de personas están muy ligadas a la empatía. La empatía es la capacidad que puede tener cualquier persona de darse cuenta de los sentimientos y pensamientos de los demás. Hoy en día sabemos gracias de los estudios de neurociencia, que las personas con gran actividad de las neuronas espejo tienen gran empatía. Tal como cuenta Manuela Pérez-Chacón, la investigación con PAS ha mostrado que poseen esta activad neuronal y por eso, tienen esta capacidad: «La empatía se relaciona con la intensidad a nivel emocional que tiene la persona altamente sensible, es decir, una PAS se emociona más y al mismo tiempo genera una empatía emocional, que le permite entender cómo se siente la otra persona».
«En ocasiones, esta empatía deriva en querer ayudar o resolver los problemas de otros, por ello es un aspecto del rasgo PAS muy llamativo ya que puede llegar a repercutir a nivel social», cuenta la presidenta de PAS España. En resumen, la empatía es una parte importante de estas personas, pero debe estar vinculado a otras características para que podamos hablar de persona altamente sensible. Se trata de un aspecto que define en parte al PAS, no en su totalidad.
Para saber si eres PAS puedes hacer el test adaptado a la población española, que algunos miembros de la Asociación publicamos en una revista científica de alto impacto. Se trata de una herramienta gratuita a disposición de cualquier persona, que se puede complementar con otros recursos disponibles en la misma web para informar sobre cómo es una PAS. Aquí puedes hacer el test.
Si lo eres, ¿puedes dejar de serlo? Según la psicóloga Pérez-Chacón, hay un componente genético (genotipo) indudable, pero hay también una parte que se desarrolla con la interacción social (fenotipo): «Esto quiere decir que si la persona nace siendo PAS no puede dejar de serlo. Sin embargo, puede y debe gestionar las características que componen su rasgo, para el mejor desarrollo y evitar derivar en dificultades sociales, problemas de salud mental».
Teoría de la hipersensibilidad
Por otro lado, y que no debe confundirse con las PAS, se encuentra la hipersensibilidad, un concepto que hace alusión de nuevo a la sensibilidad de una persona como rasgo de su personalidad.
Una de las funciones de la asociación que preside Manuela es crear sinergias con otras asociaciones, como pueden ser APASE o ACPAS. Al parecer, una función que les une es colaborar en el fomento del rasgo desde el ámbito riguroso y científico. «Por este motivo somos muy precisos en diferenciar términos que puedan confundirse con la Alta Sensibilidad. Entre ellos, la hipersensibilidad, la cual supone susceptibilidad a la baja tolerancia a la frustración que llevan a la persona una gestión deficiente de las emociones y reacciones desproporcionadas, así como a la reacción intensa del organismo ante estímulos físicos del entorno, como puedan ser virus, alérgenos, etc. En cambio, la Alta Sensibilidad, en cambio, no tiene por qué ser un rasgo desadaptativo, ni predetermina de manera obligada la mala gestión de las emociones ni el desbordamiento emocional frecuente», concluye la experta.
Puedes conocer más sobre Personas Altamente Sensibles en PAS España y en Asociación PAS.