Tu cerebro predice el futuro mientras duermes: cómo funcionan los mensajes que envía el subconsciente

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Este ensayo reveló una nueva e inesperada habilidad de nuestras neuronas: la capacidad de “ensayar” experiencias futuras.

Un artículo reciente publicado en la revista Nature por investigadores de la Universidad de Rice y la Universidad de Michigan ha abierto la puerta a una fascinante posibilidad: las neuronas podrían tener la capacidad de “ensayar” experiencias futuras.

Este descubrimiento, basado en la observación de la actividad neuronal durante el sueño, sugiere que un grupo específico de neuronas no solo consolida recuerdos pasados, sino que también simula escenarios y acciones que aún no han ocurrido.

Los sueños podrían anticipar el futuro

El ensayo realizado en roedores reveló un proceso desconocido que ocurre en nuestro cerebro durante el sueño: la neuroplasticidad

Esta investigación, que se enfocó en las neuronas del hipocampo de las ratas, ha permitido observar cómo estas células no solo estabilizan y afinan las representaciones espaciales experimentadas previamente, sino que también anticipan eventos futuros.

En experimentos previos, las ratas exploraban un laberinto por primera vez. Luego, durante el sueño, los científicos observaron la actividad neuronal del hipocampo. Los resultados revelaron que las neuronas no solo “reproducían” los recorridos realizados en el laberinto, sino que también exploraban activamente rutas alternativas

Esta capacidad de anticipar rutas futuras sugiere que el sueño juego un papel fundamental en la consolidación de la memoria espacial y en la planificación de acciones futuras. 

¿Tu cerebro puede cambiar? Revelando los misterios de la neuroplasticidad

Los científicos encontraron que durante el sueño las neuronas implicadas en la navegación espacial no solo se estabilizan para consolidar recuerdos, sino que también adquieren nuevas funciones. 

De hecho, durante el periodo de sueño, los roedores demostraron haber aprendido comportamientos que no habían experimentado previamente, superando la información adquirida antes del descanso. 

Este descubrimiento sugiere que el sueño no solo consolida la memoria, sino que también puede ser un momento de aprendizaje activo.