El análisis sanguíneo y una evaluación de los factores de riesgo permite determinar quién necesita pruebas de cribado en cáncer de pulmón, según un novedoso estudio
Un análisis de sangre, combinado con un modelo de riesgo basado en el historial de un individuo, determina con mayor precisión quién puede beneficiarse de una prueba de detección de cáncer de pulmón que los estándares habituales, según un estudio publicado ayer en la revista científica «Journal of Clinical Oncology», dirigido por investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas (Estados Unidos).
En concreto, una evaluación personalizada del riesgo de cáncer de pulmón, que combina un análisis de sangre basado en un panel de proteínas de cuatro marcadores desarrollado en el MD Anderson y un modelo independiente (PLCOm2012) que da cuenta del historial de tabaquismo, fue más sensible y específico que los estándares aplicados por la sanidad estadounidense. El estudio, tal y como se publica en el artículo, incluyó a participantes del ensayo de detección de cáncer de próstata, pulmón, colorrectal y ovario (PLCO) con al menos un historial de tabaquismo de 10 paquetes por año.
Según los investigadores, si se implementara, el modelo de análisis de sangre plus habría identificado un 9,2% más de casos de cáncer de pulmón de manera temprana y reducido la remisión a detección entre los que no son casos en un 13,7% en comparación con los criterios básicos de 2021. «Reconocemos que un pequeño porcentaje de personas que son elegibles para la detección del cáncer de pulmón a través de una tomografía computarizada (TC) de dosis baja anual en realidad se están haciendo la prueba. Además, la detección por TC no está fácilmente disponible en la mayoría de los países. Por lo tanto, nuestro objetivo, durante muchos años ha sido desarrollar un análisis de sangre simple que pueda usarse antes de determinar la necesidad de una prueba de detección y hacer que la detección del cáncer de pulmón sea mucho más efectiva», asegura Sam Hanash, profesor de Prevención Clínica del Cáncer y líder del Instituto McCombs para la Detección Temprana y el Tratamiento del Cáncer en la Universidad de Texas. «Nuestro estudio muestra por primera vez que un análisis de sangre podría ser útil para determinar quién puede beneficiarse de la detección del cáncer de pulmón», insiste.
Hasta el momento, los protocolos estandarizados de detección de cáncer de pulmón recomiendan que los adultos con alto riesgo de este tumor se sometan a una tomografía computarizada de baja dosis cada año, un método que demostró reducir las muertes por cáncer de pulmón en el Ensayo Nacional de Detección de Pulmón (NLST) en 2011. En concreto, estos criterios se aplican a adultos de 50 a 80 años que tienen al menos un historial de tabaquismo de 20 paquetes por año y actualmente fuman o han dejado de fumar en los últimos 15 años. Frente a esta opción, Hanash y sus colegas han desarrollado un análisis de sangre que incorpora biomarcadores que identificaron previamente como predictivos del riesgo de cáncer de pulmón.
Posteriormente, un equipo multicéntrico utilizó un estudio ciego para evaluar el rendimiento de este panel de marcadores de cuatro proteínas en combinación con el modelo estandarizado que se desarrolló y validó de forma independiente para predecir un riesgo de seis años de cáncer de pulmón entre las personas que fuman actualmente o fumaron anteriormente. «Cuando comenzamos a trabajar en un análisis de sangre, había muchos tipos diferentes de marcadores», explica Hanash, quien detalla que «hemos realizado múltiples análisis durante la última década para llegar a una prueba rentable que sea simple, pero sólida, que ha sido el principio rector de nuestra investigación. Con nuestro ensayo científico hemos comprobado que un análisis de sangre identificaría a las personas que podrían beneficiarse de la detección del cáncer de pulmón pero que no son elegibles hoy».
Este hallazgo resulta muy prometedor, ya que, tal y como advierten los investigadores, «decenas de millones de personas en todo el mundo podrían beneficiarse de la detección del cáncer de pulmón. Si puede mejorar la elegibilidad para la detección incluso en un 5%, eso resultaría increíblemente impactante». Si bien la prueba de sangre podría implementarse como una prueba desarrollada en el laboratorio en un futuro cercano, la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) probablemente requiera una evaluación a través de un ensayo clínico prospectivo.