Los niños también tienen ictus y estas son las claves para afrontarlos

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El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, el Hospital Beata María Ana y la Fundación Sin Daño lanzan una campaña para visibilizar que los más pequeños también sufren accidentes cerebrovasculares y dan una serie de pasos para evitar que las secuelas sean tan graves.

Si le cuesta mover la mitad del cuerpo, si se le tuerce la boca, si le cuesta hablar o comprender, si no ve bien o si está muy dormido de forma repentina… Hay que reaccionar deprisa. Estos son algunos de los síntomas por los que se debe activar de inmediato el Código Ictus Pedriático.

“Él estaba en su habitación jugando con la ‘tablet’ un domingo de Semana Santa y, de pronto, vino al salón diciendo que no funcionaba bien. No era la máquina, sino su mano la que fallaba”, cuenta Fernando de su hijo quien sufrió un ictus con 6 años.

Ante la más mínima sospecha, lo mejor es que la familia llame al 112 para que acuda una ambulancia. Además, es importante saber que en Madrid son tres los hospitales de referencia que se van turnando para atender durante las 24 horas todos los días de la semana el ictus pediátrico: La Paz, el Gregorio Marañón y el Doce de Octubre.

El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, el Hospital Beata María Ana y la Fundación Sin Daño, se han unido para activar esta campaña que ayude a padres y sanitarios a reconocer las señales.

Fernando había hecho voluntariado en Protección Civil y, por eso, vio claro lo que ocurría. Pero Sandra no lo supo hasta que se lo dijeron los médicos. Dejó a su otra hija en el colegio y se fue con el bebé a una pequeteca. El niño iba adormilado y no se despertaba. No le extrañó. Hasta que fue a darle el pecho y vio que se le iba hacia un lado. Entonces, se asustó. Fue al hospital corriendo y, a partir de ese momento, comenzó toda una pesadilla hasta llegar al diagnóstico. “Yo no me imaginaba lo que era”, admite. Por eso cuando el servicio de neurología se lo explicó, se puso a llorar. Sólo tenía referencias de lo que pasaba en adultos. “Así que pensé que se moría o se iba a quedar muy mal. No estaba informada”, lamenta.

ICTUS EN MENORES

“Por eso es necesaria esta campaña. La sociedad no sabe que los niños tienen ictus. No es lo común. Y es importante que la familia sea consciente de que ante la duda tiene que llamar al 112. En ese momento se activará el código ictus pediátrico y una UCI móvil le llevará a uno de los tres hospitales que estará preparado para atender a su hijo, con resonancia 24 horas y mecanismos de intervención. Es la forma más rápida de actuar, mucho mejor que llevarlo por urgencias al hospital más cercano”, indica Paloma Pastor, presidenta la Fundación Sin Daño.

Ana Herrero, presidenta de la Comisión de Neurología en Colegio Fisioterapeutas de Madrid, coincide con ella. “Es conveniente no equivocarse. Es urgente”, señala. Para ella, esta campaña sirve “para visualizar y concienciar a la población sobre el ictus pediátrico”. Cree que, “en estos casos, no se puede hablar de prevención, pero sí de conocimiento”. “Trabajar desde el conocimiento ayuda. Conviene que la gente lo sepa para evitar unas lesiones que son más graves que las de las personas mayores”.

“Se puede hacer una distinción. No es un simple dolor de cabeza. Si no puede mover el cuerpo y su lenguaje es errático, es evidente que es algo serio. Si se le dice que levante los dos brazos y uno de ellos no lo levanta, por ejemplo”, explica Beatriz Gavilán, neuropsicóloga del Hospital Beata María Ana.