Agregar kiwi a la dieta aporta una gran cantidad de beneficios para la salud
En un estudio de ‘Statista’ publicado hace un mes, refleja que en 2022, el volumen de las importaciones de kiwi en España fue de aproximadamente 140.300 toneladas. Este dato representa un decrecimiento de 19.000 toneladas en comparación con el año anterior, y, por tanto, un menor consumo de esta fruta.
Sin embargo, añadir kiwi a nuestra dieta aporta una gran cantidad de beneficios para la salud, ya que tiene un alto contenido de nutrientes, vitaminas y antioxidantes que te ayudan a proteger el sistema inmunológico y mejorar el tránsito intestinal, entre otros.
Aunque no hay una cantidad específica para consumir kiwi diario, se recomienda tomar unas dos o tres piezas de frutas al día, lo que equivaldría entre 160 y 240 gramos.
Un estudio elaborado por algunos integrantes del departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, junto al grupo de investigación VALORNUT-UCM, han afirmado que hay tres enfermedades que se pueden llegar a combatir comiendo kiwi.
Tres enfermedades que el kiwi ayuda a combatir
- Gripe y resfriado común: tras un estudio con 2.000 participantes, se ha llegado a la conclusión que el kiwi es capaz de mejorar la función pulmonar en pacientes con asma. Gracias a su elevado contenido en vitamina C y antioxidantes, es capaz de fortalecer el sistema inmunitario contra infecciones respiratorias como resfriados y gripe.
- Estreñimiento: el kiwi contiene un alto contenido en fibra, y junto a la enzima actínida, actúa de forma eficaz contra el estreñimiento. Son varios los estudios que han afirmado que para luchar contra esto, es recomendable consumir dos diarios.
- Salud cardiovascular: esta fruta contiene mucho potasio y antioxidantes como las vitaminas C y E, que protegen contra el daño celular y regulan la presión arterial y el ritmo cardíaco.
El kiwi también se recomienda a las mujeres embarazadas, puesto que es rico en ácido fólico y reduce las posibilidades de que puedan llegar a ocurrir defectos de nacimientos graves en el cerebro o la columna vertebral del bebé.