Nueva evidencia sugiere que COVID-19 podría actuar como una enfermedad autoinmune.

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Las enfermedades autoinmunes se caracterizan porque el sistema inmunológico desarrolla anticuerpos contra los propios tejidos, órganos y sistemas. A la larga, estos producen afecciones de las zonas a las cuales van dirigidas estas moléculas de naturaleza proteica, llegando a ser fatales si no se somete a atención médica. Un ejemplo claro de enfermedades autoinmunes es la artritis reumatoide, en la que se producen anticuerpos que van dirigidos a las articulaciones, produciendo su deterioro.

Algunas infecciones virales se han relacionado con la aparición de enfermedades autoinmunes. Ahora, en esta pandemia que ha costado la vida a más de 3 millones de personas en todo el globo, algunos investigadores han llegado a realizar hipótesis, en las cuales sugieren que la COVID-19  podría comportarse como una enfermedad autoinmune.

A finales del año pasado, un equipo de investigadores de la Universidad de Yale, realizaron un trabajo en el cual llegaron a la conclusión de que en los pacientes con COVID-19 grave, su sistema inmunológico producía anticuerpos que, en lugar de atacar al virus, atacaban a los propios tejidos de los pacientes. Desde su publicación en su formato de preimpresión en medRxiV, aún no se ha revisado por pares.

En su trabajo, los investigadores de Yale analizaron los resultados de 170 pacientes hospitalizados y diagnosticados con COVID-19 grave, encontrando anticuerpos en sangre con capacidad de atacar a los interferones (proteínas importantes que el propio sistema inmunológico produce para combatir infecciones virales); también encontraron anticuerpos contra  proteínas inmunomoduladoras que, de alguna forma repercutían negativamente en la respuesta de algunas células inmunológicas.

Ahora, hace apenas unos días, la revista MIT Technology Review (revista perteneciente en su totalidad al Instituto de Tecnología de Massachusetts) realizó una nota en la cual mencionan que COVID-19 podría producir una enfermedad autoinmune de por vida.

En el escrito, se recopila información de la Universidad de Yale, del Hospital de Yale-New Haven (EE. UU.) y de la Universidad Rockefeller. Descubrieron que en las pruebas de autoanticuerpos realizadas en algunos pacientes, incluso en los casos leves de COVID-19, algunas proteínas sintetizadas por el sistema inmunológico, tenían especial predilección para atacar a las células sanguçineas, otras atacaban a proteínas asociadas a corazón e hígado, y en otros casos, habían anticuerpos que atacaban al sistema nervioso central.

De acuerdo con el Dr. Jean-Laurent Casanova, inmunólogo y genetista de la Universidad Rockefeller, es muy probable que estos anticuerpos ya estaban presentes en el organismo de los pacientes antes de contraer COVID-19. Sin embargo, por alguna razón, cuando ocurre la infección por SARS-CoV-2, estos aumentan drásticamente.

Mientras la pandemia aún sigue avanzando, también lo hace la investigación médica. Se espera que más adelante se puedan aclarar algunas circunstancias que todavía no se comprenden sobre el virus, y sobre la COVID-19.